PASAJERO CERO

viernes, septiembre 09, 2005

Contratar programadores para innovar o pagar abogados para defender las innovaciones

Las grandes compañías de software dedican importantes recursos económicos para conseguir y mantener patentes de sus invenciones. Muchas de estas multinacionales tienen mayor interés en pagar caros abogados que defiendan sus patentes que contratar grandes creadores de innovación. En la actualidad, impera más la estrategia de librarse de la competencia impidiendo la salida al mercado de nuevos productos innovadores que la de crear invenciones para romper monopolios. Lawrence Lessig, profesor, fundador de la licencia Creative Commons, afirma que se debe entender que mientras que el costo de las patentes de software se paga entre todas las compañías, grandes o pequeñas, las grandes pueden afrontarlo un poco más de tiempo, ya que "tienen sus bolsillos llenos. En Europa la industria tecnológica está aún libre en materia de patentes de software, mientras que esta industria en Estados Unidos se encuentra sometida a la fuerte presión de unas pocas multinacionales.
El desarrollo de software se está convirtiendo en un factor determinante, las patentes de software tienen grandes repercusiones y cubren prácticamente todas las áreas de la economía y la sociedad. Una patente de software crea un monopolio sobre un método de cálculo específico, provocando que las leyes matemáticas, reglas lógicas y métodos de negocios queden en manos de las compañías, dejando a la sociedad sin su porción de conocimiento.
Lawrence Lessig destaca que la decisión adoptada por el Parlamento Europeo de rechazar la iniciativa que proponía regularizar las patentes de software siguiendo el modelo estadounidense supone una "victoria a favor de la libertad". Para Lessig fue la comunidad Linux en Europa la que consiguió demostrar que eran los creadores los que decían no a las patentes de software, los que necesitan libertad para producir.
Añade que Estados Unidos está perdiendo su tradición de compatibilizar los derechos de propiedad intelectual con la libre creación y los usos de las obras. Señala Lessig que "el Tribunal Supremo está defendiendo una posición extremista en el tema de los derechos de propiedad intelectual, nadie se da cuenta de que esta postura hace que, por ejemplo, nuestros fármacos contra el SIDA no lleguen a quien los necesita realmente".
Una demanda significa años de pleitos y sumas importantes de euros, y muchas pequeñas empresas consideran que no merece la pena asumir tan alto riesgo. Lessig está convencido de que nuestras sociedades no pueden permitir que los tribunales paralicen la innovación tecnológica, aunque advierte de que esto será una realidad si los creadores sienten que pueden ser demandados en cualquier momento porque sus tecnologías sirven para violar el copyright.
En la web de la FSF de Europa se publica una frase atribuida paradójicamente a Bill Gates que dice que si "la gente hubiera comprendido cómo se asignaban las patentes cuando la mayoría de las ideas de hoy fueron inventadas y hubieran tomado patentes sobre ellas, la industria estaría hoy en un completo estancamiento".
La realidad actual es que sigue siendo demasiado complejo decidir la aprobación de una patente de software. Está claro que todas las entidades implicadas en el proceso de innovación tecnológica pretenden que este proceso ayude a la evolución del ser humano en el mundo. Sin embargo, el modo que unos actores y otros usan para conseguir este fin está mediatizado bien por interés particular, bien por intereses universales. Una complejidad que hace chirriar el flujo de conocimiento que alimenta la inteligencia de la sociedad.

1 Comments:

  • Hola Ariel...
    respecto a este tema son las comunidades de de desarrollo ligadas al Open Source y Free Software quienes deben hacer notar el tema de las patentes y rechazar este punto.
    saludos.

    By Blogger Samuel Sepúlveda (SSC), at 7:15 p. m.  

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